Intérprete: Las pelotas
Autor: Las pelotas
Álbum: Esperando el milagro
Año: 2003
Alejandro Gómez: trompeta, trombón, percusión y coros
Gabriela Martínez: bajo y coros
Germán Daffunchio: guitarra y voz
Gustavo Jove: batería
Sebastián Schachtel: teclados
Tomás Sussmann: guitarra y coros
Ex integrantes:
Alejandro
Sokol: voz y guitarraGillespi: trompeta
Interpretación y/o Análisis
Que casi siempre no fue
nadie
que
se yo, pero mírame hoy.
En esta ardua Argentina que nos tocó
vivir, casualmente, nadie tiene la culpa de nada. No obstante, estamos hechos
pelota, desahuciados, desahogados, hechos trizas. Quizás sirva de ejemplo, pero
la Argentina, estadísticamente hablando, va primera en cantidad de gente
psicoanalizada. ¿Por qué será? Psicosis, neurosis, paranoia, depresión… Son
algunos de los males que aqueja al argentino promedio. Nos convencen de que la
raíz de nuestros males tiene sus raíces en la infancia, en la adolescencia, en
algún trauma emocional… Pero mi visión es parcialmente distinta ¿No será porque
nos queremos parecer a los del norte, pero somos de una raza distinta que no se
banca el canibalismo? Desde la época colonial (y antes también) hicimos todo lo
posible por parecernos a otros pueblos; la semejanza de la perdición… ¿Por qué?
Pues, en primer lugar hicimos lo posible por adaptarnos a las costumbres de la
España colonizadora; poco después, cuando nos independizamos, importamos los
ideales socialistas de la Revolución francesa y, toda la clase intelectual de
la época, es decir, aquella que llevaba la bandera del progreso, se afrancesó y
todo lo que provenía de Francia estaba a la moda… Más tarde, allá por el siglo
diecinueve, en la década de 1880, para ser más exactos, los contratos con
empresas inglesas (ferrocarriles, ganadería, granos, etc.), hicieron de la
Argentina una sucursal subdesarrollada de Londres; todo aquello que vino de
Inglaterra se puso de moda y nuevamente, olvidamos la búsqueda de nuestro ser
nacional. Unas décadas más tarde, a comienzos del siglo veinte, comenzaron las
llegar las inmigraciones de españoles e italianos en su gran mayoría… ¿Y qué
pasó…? Pues, inventamos una nueva cultura cocoliche que no era ni chicha ni
limonada. Para terminar, hoy es irrefutable el parentesco que queremos lograr
con el gran país del norte, imperio que impone sus reglas a nivel económico
atacando la cultura popular invadiéndola con propuestas berretas que la mayoría
de la gente consume. En resumen, desde que Argentina se manifestó como país
independiente, nos hemos dejado influir por culturas que nada o muy poco han
aportado a la búsqueda de nuestro ser nacional. Me pregunto… ¿Cuándo vamos a ser nosotros mismos sin tratar
de parecernos a alguien? ¿No ven que nos estamos autoflagelando? ¿No se dan
cuenta que ese canibalismo empresarial sólo les va a otro tipo de raza que se
la banca? ¿O es que nosotros somos tan obsecuentes que no somos capaces de
sacar nuestras virtudes y aprender a convivir con ellas? Constantemente
invadidos por culturas ajenas, vemos más atractivo parecernos a ellas que
tomarnos la molestia de buscar nuestras propias raíces hurgando en lo mejor de
las culturas foráneas y, a la vez, aportando nuestro ser argentino.
Miráme hoy, suplica el yo literario,
mira lo que quedó de mí. Por supuesto, y de eso estoy hablando… Mirá lo que
quedó de mí por tratar con gente que trata de asimilarse al máximo al estilo de
vida de otra raza. ¡Ah! ¡Pero a la hora de buscar culpables somos mandados a
hacer! Le echamos la culpa a cualquier cosa menos a nosotros mismos… Me parece
que en la Argentina, como en todo país del “tercer mundo”, hacen falta
toneladas de espejos, y valor para mirarnos y declararnos culpables de tantas
cosas… Porque esto es como la persona adicta, el primer paso es reconocerse
enfermo para, después, encarar la enfermedad. Si nosotros no empezamos a
hacernos cargo de nuestros errores, aprender de ellos y potenciar nuestras
virtudes… Hermano, vamos a seguir quebrándonos las uñas tratando de salir del
pozo…
Que quiero un día transportarte
a mi ser verás que no es así.
Por fuera, el poeta está destrozado a
causa de vivir en una sociedad hipócrita y que además tiene el mal gusto de
querer parecerse a otras. Ser consciente de la realidad cultural que nos toca
vivir, en la Argentina, es motivo, como mínimo, de depresión y angustia. Pues
nada queda claro, el autor debe hurgar muy dentro de su ser para encontrar la
frase pura que nos defina como argentinos cabales, con sus virtudes y sus
miserias, sin apelar a intentos ajenos. Sin embargo, el autor reconoce que muy
dentro de él, guarda pedazos de lo que realmente es; su ser, aunque quebrado,
se ha mantenido fiel y auténtico. Quiere mostrarse tal cual es, pero no a cualquiera,
sólo a aquellos que él quiere transportar y, a su vez, que permitan ser transportados.
El autor insiste en mostrarse, en abrir su ser, porque en él convive lo más
auténtico, porque el ser fragmentado es lo que queda después de la batalla y, a
veces, necesitamos de alguien que nos ayude a componer los pedazos; pero antes,
el autor tiene que juntar coraje para transportar y mostrarse tal cual es. El
ser fragmentado redunda en la composición de las múltiples razas que nos
componen; completar el ser fragmentado y mostrarse tal cual es, hoy por hoy, es
una empresa de titanes.
Abrázame, te lo pido
Abrázame, tengo frío.
Abrázame, tengo frío.
Según mi opinión, uno de los
estribillos más copados del rock nacional. Por su simpleza, por su grandeza,
porque dice exactamente lo que nos hace falta cuando estamos ausentes de
afecto. Y es exactamente por esta razón que quiere mostrarse completo, porque
su ser fragmentado sólo se compone con calor y afecto. Y éste es el punto
neurálgico del tema: la composición del ser fragmentado. El ser, en tanto tal,
es completo e indivisible; la fragmentación cultural sólo provoca heridas; el
yo lírico debe remarla para lograr una composición cultural con las múltiples
influencias culturales que acribillan su ser sensitivo y emotivo. Por tanto, el
autor ruega, a alguien que ha descubierto no ser como los demás, que lo ayude a
pegar los pedazos de su ser con afecto y calor.
Sabe que siempre he sido
amigo
de guardar lo del corazón.
El yo lírico necesita mostrar sus
fragmentos para componerse, no obstante, se muestra humilde y a la espera;
nunca transa con sus sentimientos, sólo se muestra ante algo que vale la pena;
el corazón, para él, es el órgano más preciado de su ser y el más herido, el
que más sangra cuando hay tajo sobre cicatriz. Es por ello que nunca se atreve
a mostrar lo del corazón. ¿Cómo atreverse a mostrar lo del corazón, cuando el
mismo está dividido en mil pedazos? Latido sobre pulso y pulso sobre latido,
pero no más; en cada pliegue del alma acecha la ambigüedad y la contradicción.
A la vez, da la impresión de convocar
a que el otro le cuente sobre su ser fragmentado y las heridas que guarda en su
corazón. El autor es capaz, también, de dar afecto y calor para componer a esos
seres quebrados y a esos corazones con cicatrices sobre tajos.
Que casi siempre armo líos
de los que después lloraré.
de los que después lloraré.
No obstante su intención, como nos
pasa a cualquiera de nosotros, tenemos la fuerza, la intención, el calor y el
afecto para dar, pero… Lo que no sabemos es regular y ubicar la cantidad de
cada cosa en el momento indicado. O damos mucho calor y la relación se quema, o
poco, y se enfría; o tenemos la intención, pero nos quedamos en eso; o la
fuerza es excesiva o poca o llega en el momento equivocado, y terminamos
haciendo más daño que antes… Por eso el yo lírico se lamenta y llora porque
reconoce su desconocimiento en el balance de las cosas que tiene por dar; lo
cierto es que esto nos pasa a todos, pero muy pocos lo reconocen y muchos menos
se lamentan… Hay que tener cuidado con esto del dar… No sea cosa que nos salga
el tiro por la culata…
Capo te faltó poner el nombre de la morocha que hace los coros!!! Aclaró que no es la bajista de la banda , sino otra mujer
ResponderBorrarSabes como se llama la morocha?
BorrarLa voz femenina se llama köla
BorrarTemonnn y medioo!!! Habla claro de un sentimiento a flor de piel, la verdad que sokol hacia sentir cada estrofa como nadie!!
ResponderBorrartal cual.
ResponderBorrarla morocha de los coros!!
La voz femenina es de Köla
ResponderBorrarLa voz femenina es de Köla
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